¿Qué se puede hacer en sábado?

hacer en sábado

Hablemos sobre lo que deberíamos hacer y lo que deberíamos dejar de hacer en sábado. Tengamos tener presente que en el sábado podemos hacer cinco cosas. No se trata de hacerlas todas sin faltar cada sábado sino de tenerlas en cuenta porque nos ayudan a disfrutar de este día.

  1. Descansar: física, mental y espiritualmente (la palabra sábado significa “descanso”).
  2. Alabar a Dios: con canto, oración, lectura de su Palabra, en casa, en el templo, en un grupo.
  3. Pasar tiempo de calidad con la familia.
  4. Ayudar a otros.
  5. Prepararnos para el retorno de Jesús.

Muchas personas creen que el sábado solo lo deben guardar los judíos, pero no es así. Dios bendijo el séptimo día y lo entrego a los hombres pensando en su bienestar. Sabemos estos porque el sábado fue instituido desde el paraíso al completar la semana de la creación.

El sábado es descanso

El sábado proporciona la posibilidad de recargar nuestro agotamiento para reenfocarnos en las prioridades reales de la vida sobre todo cuando estemos cansados por el estrés, los problemas y la depresión.  Es un descanso para los afanes de trabajo, de proyectos, etc.

Con el sábado recordamos más vivamente la existencia de Dios al reconocerlo como Creador de todo y esto nos ayuda a despertar nuestra gratitud hacia Él pues todo lo que disfrutamos procede de su mano benéfica. A parte de reconocer en este día a Dios como nuestro Creador de manera especial, también descansamos…este es uno de los propósitos del sábado.

Estamos tan ocupados tratando de darle sentido a nuestra vida y sirviéndonos a nosotros mismos que nos olvidamos de que Dios es el único que puede darle sentido. De allí que este mandamiento es el que necesita más la gente de hoy tan apurada y ocupada.

Dos instituciones básicas

Hay dos instituciones básicas dadas a toda la humanidad desde la primera semana de la historia de la Tierra: el matrimonio y el sábado. Son parte del programa divino para la felicidad humana. No resulta extraño que ambas, a lo largo de los siglos, hayan estado tanto bajo el ataque del enemigo de Dios. Respecto a este último nuestro Señor sabía lo que la humanidad los necesitaría y por lo tanto creó el tiempo con un ciclo perfecto de seis días “normales” más un día extraordinario: el sábado. Y desde entonces los que han respetado este ritmo instituido por Dios han sido bendecidos por Él.

¿Qué se puede o se debe hacer en sábado?

Hagamos un ejercicio: Pensemos en que estamos invitados a una fiesta de cumpleaños. ¿Cómo nos vestimos para ir a la celebración? ¡Con el mejor vestido si podemos! ¿Y estamos tristes cuando vamos? A menos que vayamos obligados, la fiesta nos es de suma alegría. ¿Y cómo se siente quien cumple cuando llegamos temprano? Seguro que le/la hacemos sentir bien. ¿Será que si apreciamos mucho a la persona preferimos no asistir para irnos de compras a otro lugar o nos quedamos mirando la televisión porque resulta mejor que compartir con ella? Bueno, el sábado es el cumpleaños de la Tierra porque semana sobre semana recordamos que en los seis primeros días Dios creó la Tierra y descansó en el séptimo de su obra. Él es el anfitrión y nosotros los invitados. ¿Vamos a despreciar su llamado dedicándonos a nuestras cosas y lo vamos a dejar con todos los preparativos listos para compartir la fiesta? El sábado debe ser una fiesta llena de alegría en nuestros corazones.

Según el ejemplo de Jesús deberíamos congregarnos: Lucas 4:16 “Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer”.

¿De qué debemos abstenernos en sábado?

Exódo 20:10  “Mas el séptimo día será sábado al SEÑOR tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto el SEÑOR bendijo el día del sábado y lo santificó”.

Isaías 58:13-14 “Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso del SEÑOR, y lo venerares no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando palabras vanas. Entonces te deleitarás en el SEÑOR: y te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te haré comer la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR ha hablado”.

¿Qué otras actividades podemos hacer?

Recuerda que podemos descansar, alabar a Dios, pasar tiempo de calidad con la familia, ayudar a otros, prepararnos para el retorno de Jesús, realizar tareas de evangelismo, hacer lo que nos llene de alegría y que no deshonre a Dios (pensemos de nuevo en el ejemplo de la fiesta de cumpleaños).

Tengamos cuidado con no dedicar este día ideal para hacer las compras que no pudimos hacer en los otros días de la semana, no debemos usarlo para mandar lavar el carro, para ir a la piscina o al gimnasio o para tomar los estudios que no podemos hacer en semana.

Hay mucho por aprender y vivir…este es un caminar espiritual que se da paso a paso. Por lo pronto ya sabemos sobre el sábado…pidámosle a Dios que nos ilumine para entenderlo, cómo vivirlo y hacerlo real en nuestras vidas.

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