El juicio de Dios

juicio de Dios

Por medio del juicio de Dios se decidirá quiénes podrán disfrutar de la eternidad y quiénes perecerán para siempre. Dando un paso más allá en el tema de lo que sucede cuando una persona muere que leímos antes, es necesario revisar cómo se decidirá si los resucitados irán al cielo o al infierno. Empecemos leyendo Juan 5:27-29 “Y también le dio poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; Y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron mal, a resurrección de condenación”.

Hay un juicio en el cual participa Jesús como abogado y juez para defender a cada humano que ha creído en Él para asegurar su lugar en la eternidad.

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Todos pasaremos por un juicio

Es importante remarcar que todos, absolutamente todos tendremos que pasar por un juicio; lo dice Romanos 14:10 “o tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo”. 2 Corintios 5:10 “Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno o malo”.

Repasemos este último texto y preguntémonos ¿cómo es que hemos de comparecer vivos y/o muertos ante un tribunal celestial si estamos hablando de que el juicio ocurre en el cielo? ¿Cómo es que estando vivos pasaremos por él y si aún muertos, de qué manera podremos presentarnos a este evento? Apocalipsis 20:12 “Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”

Los libros en el cielo

Existen libros donde se lleva el registro de todo lo que hacemos, cada cosa que pensamos, cada cosa que decimos. Es lo mismo que se habla en Daniel 7:10 “el Juez se sentó, y los libros se abrieron”. Ni nosotros ni los muertos necesitamos estar físicamente allí, para eso están los libros de registro. Esos mismos libros decidirán nuestro destino.

Mateo 16:27 “Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará á cada uno conforme a sus obras”.

Eclesiastés 12:13-14 “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena o mala”.

Cuando veamos a Cristo regresando en las nubes, cada caso se habrá decidido. No habrá tiempo para arrepentimientos y conseguir el perdón, el tiempo de la gracia se habrá cerrado en el juicio de Dios. ¿Por qué? porque es necesario creer y obedecer sin ver como una respuesta al amor de Dios, pero muchos solo acudirán al mensaje de arrepentimiento cuando vean a Cristo venir en el cielo, lo cual es contrario a lo que Él pide porque el obedecer es ahora.

Como en los días de Noé

Según Génesis 6:3 Dios le anunció a Noé que en 120 años destruiría el mundo. 120 años duró Noé construyendo el arca y predicando la necesidad de arrepentimiento. Génesis 7:7 habla del momento en que Noé y su familia entraron al arca. ¿Empezó el diluvio inmediatamente? ¡No! Génesis 7:10 dice que siete días después empezó el diluvio. ¿Sabían los que estaban fuera del arca que estaban perdidos? No. Afuera solo había risas sobre el loco Noé. Y cuando vieron venir el diluvio creyeron, pero el arca ya se había cerrado y por más arrepentimiento que hubo ya no había oportunidad para alcanzar la salvación. ¡120 años y no hubo arrepentimiento! La mayoría se perdió, solo 8 se salvaron.

Mateo 12:36-37 “Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio; Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.

Cuando Jesús venga la puerta de la gracia se habrá cerrado, por eso seremos juzgados por lo que esté es nuestros libros y como en el caso de Noé, la mayor parte del mundo se perderá.

¿Quién es nuestro juez?

Estamos hablando de un juicio, ¿quién es el juez? Juan 5:22 “Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo”. Nuestro juez es Cristo.

¿Hay testigos en el juicio?

Porque en todo juicio debe haber testigos: Daniel 7:10 “Un río de fuego procedía y salía de delante de él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron”. Mateo 18:10 “Mirad no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos”.

¿Quién es el abogado defensor?

1 Juan 2:1 “HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. Entonces Jesús es nuestro abogado y juez.

Todo el que habla de Dios, que dice seguirlo, ¿se salvará? Leamos Mateo 7:22-23 “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad”.

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