La existencia de Dios nuestro Padre es una realidad. Las evidencias de su constante presencia nos dan la certeza de que estamos en este mundo no a la deriva, ni por evolución, sino por el poder de un Ser que está por encima de todo y que siempre quiere lo mejor para nosotros.
Cierto día hablando por teléfono con una amiga sobre este punto me dijo lo siguiente: “mi hijo está conmigo y me pregunta de dónde salió DIOS para que por favor le explique”. Curiosamente pocos días antes me había enfrentado a este cuestionamiento porque mi primo Sebastián de tan solo 8 años me preguntaba lo mismo.
Puedes explicar cómo nace un bebé, incluso ver cómo es su vida desde su gestación ya que la ciencia nos permite llegar a lugares y momentos que en otras épocas eran inimaginables para el hombre. Puedes ver y explicar cómo la jirafa da a luz de pie y por qué su cría recién nacida mide cerca de 2 metros. Incluso puedes explicar por qué el sol sale siempre por el oriente y por qué siempre estamos dando giros durante un año alrededor de él, pero ¿puedes explicar de dónde salió Dios y sobre todo a un niño que en su experiencia de aprendizaje necesita tanto de sus impresiones táctiles para fijar verdades en su mente?
Lo que la mente no puede explicar
Hay cosas que la mente humana no puede explicar ni tampoco le han sido reveladas por Dios, pero cuando estemos con Él por la eternidad tendremos muchas respuestas a muchos interrogantes. El ser humano no puede responder esto y es posible que ni los ángeles conozcan esta respuesta. También para algunos puede ser difícil entender que el Padre, el Hijo (Jesús) y el Espíritu Santo conformen una unidad, pero a la vez sean independientes y sean Dios.
Juan 4:12 “Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros” y Hebreos 1:3 “El cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”. Se nos dice que “el Hijo es el resplandor de su gloria” pero saber de dónde salió Dios y desde cuando existe no lo sabemos.
Existen pasajes bíblicos donde un profeta tenía una visión y trataba de describir como podía lo que estaba viendo referente a Dios. Por ejemplo, en el libro de Daniel 7:9 “Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas: y un Anciano de grande edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente”. Aquí se describe a Dios nuestro Padre como “un Anciano de muchos días…su vestido era blanco como la nieve y el cabello de su cabeza como lana pura. Su trono llama de fuego y sus ruedas fuego ardiente”.
Otras que nos dice la Biblia acerca de Dios nuestro Padre
1. 1 Juan 4:16 …Dios es amor
2. Éxodo 34:6-7 …Es compasivo, perdona
3. Proverbios 3:11,12…Reprende, corrige a sus hijos por amor
4. Números 23:19…Cuando promete algo lo cumple
5. Isaías 55:8-9…El no piensa como nosotros ni actúa como nosotros
6. Juan 3:16….Nos ama tanto pero tanto que dio la vida de su Hijo para que muriera en vez de nosotros
7. Mateo 6:9…Vive en el cielo (quién está con nosotros es el Espíritu Santo)
8. 1 Crónicas 29:10… Padre nuestro desde la eternidad
9. Salmos 90:12… Existe antes de todo
La existencia de Dios
Algunos dicen: “No creo en Dios, porque no lo veo”. Pero hay muchas cosas en las cuales creemos sin verlas, por ejemplo, la electricidad, el viento, el amor. Otros dicen: “No creo, porque no entiendo a Dios”. ¿Quiénes no creen en Dios? “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14:1).
Wernher von Braun, inventor de cohetes interplanetarios, dijo: “Nuestra necesidad de Dios no se basa solamente en la admiración y el temor. El hombre necesita la fe así como precisa alimento, agua y aire”.
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En la Biblia se encuentran maravillosas promesas para los que confían en Dios: “los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien” (Romanos 8:28). “Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). “Dios puede suplir todas nuestras necesidades” (Filipenses 4:19).
¿Qué debemos hacer para que Dios nuestro Padre esté con nosotros y nos proteja?
Anhelar de todo corazón a Dios: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía” (Salmo 42:1).
Obedecer a Dios y guardar sus mandamientos: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés 12:13).
Poner a Dios sobre te las cosas: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Amarle de todo corazón: “Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente” (S. Mateo 22:37).