Veamos qué es el bautismo y lo que Biblia nos enseña sobre las decisiones personales que debemos tomar respecto a este llamado. Lo primero que debemos tener en claro es para qué es el bautismo. Siempre se nos ha enseñado que es para limpieza de los pecados y sobre esto no hay duda, aunque existen otros principios incluidos. Importante también es tener claro cómo y cuándo se debe hacer.
¿El bautismo es enseñanza de hombres o mandamiento de Jesús?
Leamos Mateo 28:18-20 “Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. Jesús dio el mandato a sus discípulos y puso este acto como indispensable para la salvación: Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
Fijémonos que hay dos cosas a tener en cuenta: 1. Creer y 2. Bautizarse. ¡Importantísimo!
¿Tenía Jesús que bautizarse?
Bueno, si el bautismo es para perdonar los pecados, ¿tenía Jesús que bautizarse? Jesús fue bautizado, pero hay que entender el porqué. Mateo 3:13-16 “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado de él. Mas Juan lo resistía mucho, diciendo: Yo necesito ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí? Pero respondiendo Jesús le dijo: Deja ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia”.
Jesús nunca pecó, pero se bautizó para darnos ejemplo de lo que hay que hacer y cómo proceder. Jesús era un adulto cuando fue bautizado por Juan y con ello dio el testimonio apropiado para acceder a la salvación según lo que acabamos de leer en la Biblia: 1. Creer, es decir, creer en Dios y su plan de salvación revelado en Cristo además de tener la capacidad y autonomía para dar ese paso y 2. Bautizarse en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¿Qué es el bautismo? Es el comienzo de una nueva vida
El bautismo es el símbolo de la muerte de la anterior vida y el nacimiento de una nueva donde todos nuestros pecados quedan perdonados y también es una declaración pública de la aceptación de Jesús como Salvador. A esto se refirió Jesús cuando habló con Nicodemo: Juan 3: 1-5 “Respondió Jesús, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el Reino de Dios. Le dice Nicodemo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios”.
2 Corintios 5:17 “De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo”.
Cuando nos sumergimos completamente en el agua morimos simbólicamente: Romanos 6:3-4 “¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en el Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como el Cristo resucitó de los muertos a gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida”. Y cuando salimos resucitamos espiritualmente: Romanos 6:5-6 “Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, también lo seremos a la de su resurrección”.
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El bautismo en niños
La Biblia no dice que haya que bautizar a los bebés o los niños. No vamos a encontrar ninguna referencia al respecto. ¿Por qué? Porque un niño no alcanza a comprender el problema del pecado y el plan de salvación, luego el término “creer” no se le puede aplicar. Si hacemos el ejercicio de preguntarle a un niño si acepta a Cristo como su Salvador muy probablemente no entienda la situación.
Y entonces ¿qué hacer con nuestros bebés?
Salmo 51:5 “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre”. Desde Adán toda la raza humana es contada como pecadora y por eso todos necesitamos un salvador: Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Por eso se deben tomar nuevas decisiones y cambiar de “familia”, la humana por la cristiana y pasar de familia de pecado a familia de Dios cuando se tiene comprensión de ello. Para esto es el bautismo. Todos desde nuestro nacimiento somo contados en la familia del pecado, pero solo se nos hace responsables de él o de nuestros actos en el momento en que empezamos a tener conciencia de ellos. Por eso no tiene sentido el bautismo en bebés. Así entendemos el ejemplo que dio Jesús…a Él no lo bautizaron de bebé y el momento escogido fue en su edad adulta.
¿Qué te falta hacer?
Si hasta aquí has comprendido el concepto bíblico de qué es el bautismo, entonces deberías hablar como el funcionario etíope: Hechos 8:35-38 “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el Evangelio de Jesús y yendo por el camino, llegaron a cierta agua. Dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Respondiendo él, dijo: Creo que Jesús, el Cristo, es Hijo de Dios. Mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó”.
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No me queda claro para que sirve realmente el Bautismo. Yo he aceptado a Jesús como mi único Salvador entonces de acuerdo a la Biblia soy salvo entonces para que debo bautizarme?, no es esta una forma de manifestar publicamente mi fe pero que nada tiene que ver con la salvación?
Les agradezco su respuesta
Hola Rubén, gracias por escribirnos… como nos lo cuenta la Biblia, el hombre al pecar debe morir por transgredir la Ley porque la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23)…tan literal como eso. Cuando aceptamos Jesús como nuestro Salvador, estamos reconociéndolo como nuestro real sustituto de la muerte (Él ya pagó por mi, yo no tengo que morir cada vez que peco)…por eso es que Él es nuestro “Salvador”. Ahora, Él y nadie más, ha pedido que públicamente manifestemos que morimos con Él al bajar al agua y resucitamos con Él de una manera simbólica al salir de la misma (Romanos 6:3-5). Tan sencillo como eso! Pero la inquietud que manifiestas es muy válida porque bastaría simplemente seguirlo, aceptarlo, reconocerlo con nuestras palabras, etc., pero Él ha pedido que se haga de esta manera y es una declaración indisoluble: Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”. Fíjate que incluso el ser bautizado pero no seguirle o no creer en Él es sinónimo de no llegar a la plena salvación. Solo el Espíritu Santo nos puede dejar clara esta idea en nuestra mente, pero lo que si es claro es que si está escrito, así debe ser…recuerda que el mismo Jesús nos dio ejemplo de hacerlo cuando se dejó bautizar por Juan el bautista.