Después del estudio profético de Daniel capítulo 8 y del análisis acerca de las 2300 tardes y mañanas, nos encontramos en Daniel capítulo 9 con una explicación que no parece ser la respuesta a una oración ofrecida. Daniel en su narración nos cuenta que él estaba orando al Señor en arrepentimiento y súplica por su pueblo para que se diera fin al período de 70 años del asolamiento de Jerusalén y la cautividad en Babilonia, descrito en Jeremías 25:11-12 y 29:10-12. Así transcurren los primeros 19 versículos, pero a partir del 20 aparece algo sorprendente: vuelve el ángel Gabriel y comienza a darle la explicación que queda inconclusa en el capítulo 8, la del período de 2300 años y la purificación del Santuario.

Tengamos en cuenta estos detalles:

1. En el capítulo 9 no aparece ninguna profecía nueva.

2. Daniel no está orando para pedir explicación a ninguna profecía. Es una oración de arrepentimiento y perdón.

3. La visión del capítulo 8 ocurre en el tercer año de reinado de Belsasar (Babilonia) y la revelación del capítulo 9 de Daniel se produce en el primer año de Darío de Media (Medo-persas). Hay más o menos una diferencia de 5 años entre visión y explicación (Isaías 55:8-9).

4. El ángel viene a Daniel para darle sabiduría y entendimiento (versículo 20).

5. La explicación profética es de tiempo (versículo 24).

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Daniel capítulo 9

Daniel 9:24 “Setenta semanas están cortadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos”.

Aquí se hace referencia al varón Gabriel “a quien había visto al principio en la visión” (versículo 21). ¿Cuál visión? ¿Dónde lo había visto?  Es la visión de Daniel capítulo 8 versículo 16, es decir, la visión de las 2300 tardes y mañanas.

70 semanas están cortadas. ¿De dónde se corta ese tiempo? De los 2300 días. Bajo el concepto de interpretación profética de día por año, a cuánto tiempo equivale esas 70 semanas? A 490 días o 490 años.

¿Para quién son esas 70 semanas o a qué grupo específico va dirigida esta parte de la profecía?  Para el pueblo judío (versículo 24).

¿Dónde inicia y dónde termina este tiempo?

El versículo 26 nos cuenta el avance de 69 (7+62) de las 70 semanas y de la presencia de una semana más para completar este tiempo. La señal aquí es la orden de restaurar y reedificar la Jerusalén arrasada por los Babilonios.

Durante el reinado de los Medo-persas, se emiten 3 decretos de restauración: Ciro en el año 537 a.C. para restaurar el templo de Jerusalén (Esdras 1:1-4). Darío para la misma tarea en el 520 a.C. (Esdras 6:1-12) y con Artajerjes en el 457 a.C. para reedificar toda Jerusalén (Esdras 7:1-26). Tomando el tiempo de Artajerjes desde donde empezó a reedificarse la plaza y la muralla en tiempos angustiosos según Esdras capítulo 7, hasta el cumplimiento de las 69 semanas o 483 días/años proféticos, llegamos al año 27 de la era cristiana.

En el otoño del año 27 Jesús inicia su ministerio público de tres y medio años: Versículo 25 “Sabe, pues,  y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; se volverán a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”.

Se confirma el pacto en Daniel capítulo 9

Versículo 27: “Por otra semana más confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.  Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

A la mitad de la semana, es decir, tres y medio años después del bautismo de Jesús, Él murió crucificado en la cruz del Gólgota (primavera del año 31 d.C.).

¿Qué ocurrió al final de las 70 semanas?

En el año 34 d.C., tenemos al primer mártir de la era cristina (por supuesto, después de Jesús). Esteban muere apedreado por los miembros de su misma nación. Este hecho marca el tiempo cortado/apartado para el pueblo judío quien tenía la preferencia de Dios para ser estandarte y llevador a todas las naciones de su verdad, su evangelio. A partir de esta fecha ya no cuenta más para el cielo el Israel físico o literal, sino que todos aquellos que llaman por fe a su padre “Abraham” son hijos de Dios, el Israel que Él quiere: Gálatas 3:7.

Finalmente, si tomamos el inicio de las 70 semanas como el inicio de los 2300 días de Daniel 8 (tiempo de donde son cortadas estas semanas), llegamos a la fecha de 1844 d.C., tiempo que ya explicamos en un anterior artículo.

Nos queda pendiente para el siguiente tema hablar de la abominación asoladora del versículo 27 que es la misma “prevaricación asoladora” o “visión del continuo” de Daniel 8:13.